Rebelde Wave

T:¿Y qué hiciste el sábado?
L:Fuimos con el auto a las "playitas" de Olivos, porque la onda de ahí es gente con los autos abiertos, tomando vino berreta, y escuchando cumbia colombiana.
T: JAJAJA, ¿y qué onda la cumbia colombiana? ¿Es re cursi,no?
L:Sí, son como canciones de amor pero grasas.
T: Claro, no te tiran un "te vamo' a hacer la fiesta'
L: No, no. Es más cursi.
T: Sería como Cris Morena en versión cumbia, entonces.
L: Claro.

Malice in Wonderland

Todavía me escondo abajo de la mesa, no curé mi cabeza ni mi hambre de gritar. De mis ganas son las pocas las que me piden que pare, de mis lados son los muchos los que quieren reventar.Y así a veces entre mambos salen frases sin sentido que me dicen al oído que me ría sin pensar. Entre tantas maravillas, libros viejos y frutillas, tengo mezclas y semillas con ganas de brotar, y con un lápiz en los dedos, separo bien mis miedos, y entre aquellos personajes empiezo a cantar: que soy Alicia, soy Malicia y algunas otras más. Soy el dulce en el helado, el yogurt bien descremado, el kinoto en el tequila y la chica que olvidás.

Cecil

Cecil es muy graciosa. Cecil mira al edificio de enfrente y dice "¡mirá, son químicos!" sólo porque usan delantales blancos y están en el pabellón de las Exactas.
Cecil grita en el medio del taller "¡Odio esta materia!" sin reparar al hecho que lo dice en voz muy alta.
Cecil se asquea frente a un desastre ajeno, y en plena fila alerta: ¡¿Pero qué comiste?! ¡¿Revuelto de gramajo?!
Cecil le pregunta al chico de flequillo, musculosa y porte de histérica: ¿Vos sos flogguer?
Cecil tiene la posta, pero no lo sabe.

Veo que...

Veo que seguís usando el mismo perfume de siempre - me dijiste. Y las siguientes cinco horas estuvieron cantadas, con esa frase no hizo falta nada más...

Ella solía hablar mal de sí misma sus espaldas.