Decile RANDOM que ellos entienden

Ese fin de semana fue LA locura. No lo cuento, me lo guardo para mí. Lo comparto con los que en mi cara lo preguntan. A vos, no te conozco señor. No, no tengo una moneda. Las necesito para el colectivo, por eso no.

Ese fin de semana fue LA locura. No te lo cuento, me lo guardo para mí. Pero empezó un viernes a las 6 de la mañana.

Ese fin de semana fue LA locura. No lo cuento, es demasiado.

Ese fin de semana fue LA locura. No te lo cuento, no hay confianza.

Ese fin de semana fue LA locura: labios morados, ojeras al piso, cuentas imposibles, el lápiz que se caía, mi cuello, nuestras cabezas, los pelos por todo el lugar y violentos moviendose rápido, un tren un colectivo, la plancha y confesiones, una caja llena de vidrios, tus perros, Codicia o Perdición, algún nombre patético, el colectivo, ese que no llega, ese que llamalo y nos explique como vamos, ese otro tren, ese otro colectivo, ese tu vieja mi vieja y el barro, ese piso lleno de cabezas de muñeca, ese chico, vestido con pantalones de flores, esos chicos, miralos. Ese colectivo de vuelta a casa, eterno, carne fría en la heladera, excusas, no voy, comamos lu, por favor. Domingo, desayuno, congo, fiestita, facebook, delirio, trabajo, cansancio, mensaje, noche, plan. Sale, no, ahí no, se cayó un árbol y vamos a X. X, mar de gente. Vamos a KyN. No. Dale. No. Termina en KyN, pero sigue, sigue con algo grasuliento, sigue con Kenny niño explorador, sigue con tantas cosas que no, no termina.

Ese fin de semana fue LA locura, no te lo cuento, no te conozco.